Si
tienes empleados a tu cargo una de las cosas que te puede costar mas es tener
una buena comunicación con ellos. Y es que una de las leyes de la naturaleza
dice que dos cuerpos en movimiento y en contacto entre ellos crean fricción.
Por
tanto hace falta un buen lubricante y en las organizaciones esta es la buena
educación. Acciones tan sencillas como decir «por favor» y «gracias» y conocer
el nombre de una persona o preguntarle por su familia, permiten que dos
personas trabajen juntas tanto si tienen personalidades afines como si no.
Sin
embargo parece que cuando tenemos responsabilidad sobre otras personas no se
debe hacer lo mismo ya que los operarios nos pueden ver como amigos y no como jefes.
¿Es eso cierto? ¿Cómo podemos comunicarnos bien con el personal?
Una
clave es:
Gestiona
las relaciones con tus operarios con el mismo cuidado que gestionas las
relaciones con tus jefes. Recuerda que el 85% de la gente que se va de un
empleo lo hace por problemas con su jefe directo y normalmente se quejan de
falta de aprecio o que no valoran su colaboración.
Si
quieres mantener a tus buenos empleados, recuerda que tus resultados dependen
de que ellos trabajen como tu quieras.
Para
esto hay una práctica que es tan importante que voy a elevarla a la categoría
de regla: Se el primero en escuchar y el último en hablar.
Pero,
¿como saber escuchar? Aquí van dos ideas:
1º Centra
tu atención en la persona que esta hablando, no tengas la mala costumbre de
estar mirando el móvil o el ordenador mientras te hablan.
2º Deja
a un lado los prejuicios y opiniones y escucha queriendo entender el punto de
vista de la otra persona, no intentando rebatir sus argumentos.
Sin
embargo, en muchas ocasiones hay conflictos, y la mayoría surgen porque la
gente no tiene claro las prioridades ni qué resultados esperas.
Así
que una de las misiones que tienes como jefe es asegurarte de que la gente con
quien trabajas entiende tus prioridades. Las organizaciones fallan cuando los
trabajadores tienen que adivinar cuáles son los objetivos de su jefe, ya que en
el 99% de los casos, las suposiciones
son erróneas.
Los buenos
directivos se aseguran de que se entiendan tanto sus planes de acción como sus
necesidades de información, aquello que queremos que nos informen, indicando
cuando y en que formato (cara a cara o por escrito).
Pregúntate
respecto a tus team leaders, ¿con que frecuencia se les capacita? ¿se
identifican con los objetivos corporativos y los difunden?. Recuerda que ellos
son los encargados de explicar y transmitir los objetivos corporativos a los
empleados.
La
gente necesita que le recuerden las cosas mas que lo que necesita que la
instruyan. Samuel Johnson
Pero
quizás te preguntes ¿Y que pasa con las quejas?
Las
quejas son algo muy normal. Hay un pasaje en la Biblia que indica la capacidad
del ser humano para quejarse.
Los judíos
habían pasado mas de 400 años en Egipto como esclavos y después de salir, tras
llevar solo un mes y medio en el desierto se quejaban y querían volver porque
no tenían agua o comida como en Egipto.
Dios
se sintió tan frustrado con sus quejas que estuvo pensando en destruirlos.
Así
que ya sabes, no eres el único a quien la gente se queja, sin embargo tienes
que entender las 2 razones por las que la gente se queja:
1º
Tiene miedo y se siente impotente.
2º
La queja se ha convertido en un habito.
¿Cómo
lo resolvemos?
Si
te traen un problema, pídeles que te den una solución para resolverlo, de lo
contrario todo lo que hacen es quejarse por costumbre.
Puedes
decirles, quejarse por quejarse, no tiene sentido, si me traes una queja, tráeme una solución, en caso contrario no se
te permite protestar.
Verás
como el porcentaje de quejas se reduce rápidamente.
Ahora
bien hay dos cosas que tenemos que manejar muy bien, las criticas y los elogios
al personal.
Criticas:
Si
queremos crear un resentimiento que puede durar décadas, no tenemos mas que
hacer una critica punzante en publico, aunque estemos 100% seguros de que está
justificada. Cuando tratemos con gente recordemos que no tratamos con criaturas
lógicas, sino emotivas, que tienen prejuicios, orgullo y vanidad.
Si
contradices a una persona en publico, estás asestando un golpe directo a su
inteligencia, su juicio, su orgullo, y su respeto por si mismo. Esto hará que
quiera devolverte el golpe, pero no que quiera cambiar de idea.
Nada
hay que mate tanto las ambiciones de una persona como las criticas de sus
superiores. Sin embargo ¿que hacen la mayoría de los jefes?. Lo contrario, si
algo no le gusta arma un escandalo, y si le gusta no dice nada.
Así
que si quieres ser un buen jefe cambia el chip, las correcciones siempre tienen
que ser individuales y en privado, eso lo agradecen mucho los empleados.
Y
sobre todo cuando vayas a criticar a alguien, habla de tus propios errores
antes de criticarle, eso le permitirá salvar su prestigio y aceptar la critica
mucho mejor.
Muchos
creen eficaz iniciar cualquier critica con un elogio seguido de la palabra pero,
y a continuación hacer la critica. Lo que ocurre es que al escuchar la palabra
PERO, la persona cuestionará la sinceridad del elogio. El truco es cambiar la
palabra PERO por Y.
Ejemplo,
estoy muy contento contigo, por haber mejorado tus objetivos este mes, (PERO)Y
si sigues esforzándote podrás conseguir lograr los bonos de productividad.
Empezar
con elogios es como la anestesia que pone el dentista antes de hacer el
trabajo, ya no duele.
Ahora
bien puede que la persona nos muestre que estamos equivocados, ¿entonces que
hacemos? Si estas equivocado, admítelo rápidamente. Nadie objetara si dices; quizás
me equivoqué, examinemos los hechos.
Por
tanto nunca olvides la Regla nº 1: La única
forma de salir ganando una discusión es evitarla. Por tanto no discutas. Nueve
de cada diez veces, al terminar la discusión cada uno de los contendientes está
mas convencido que nunca de que la razón esta de su parte.
Elogios.
Recuerda
que la ilusión es la gasolina del talento. Sin ella la experiencia, el
entusiasmo y la inteligencia rinden muy por debajo de su potencial. Tenemos que
hacer que las personas se sientan estimadas y que aprecien que la empresa les
aporta valor a sus vidas profesionales.
Por
tanto celebra los éxitos, una victoria supera a 100 derrotas y sino mira los
equipos de fútbol.
Celebra
las cosas grandes y pequeñas que haga tu equipo, no cuesta nada comprar unos
donuts. Y ensalza el trabajo en cuanto este hecho, no una semana después.
Lo
que le encanta a toda persona es la oportunidad de expresarse, de demostrar lo
que vale, de destacarse, de ganar, el deseo de sobresalir, el deseo de sentirse
importante.
Hay
una anécdota del ex entrenador del Chelsea, José Mourinho. Una vez que ganaron
un trofeo en Estados Unidos y él se lo entrego en publico al encargado del césped
de Stanford Bridge. Nunca un encargado del césped había sido tan entrevistado y
fotografiado y nunca nadie se había dado cuenta de la importancia de su labor.
¿Te imaginas que opinión tendrá ese hombre de Mourinho?
Dar
mérito al equipo es otra forma de ganarse lealtad. Déjales saber porque les
estas dando la gracias, diciéndoles: “Has hecho mi trabajo mas fácil”.
Pero
al elogiar hazlo sobre algo especifico no de forma general, el elogio se vuelve
mucho mas significativo para la persona a la que se le dirige. A todos les
agrada ser elogiados, pero cuando el elogio es especifico, se recibe como
sincero, no algo que se hace por compromiso. Nadie quiere mentiras ni adulación
sino elogio sincero.
Como
ves son ideas sencillas, pero no fáciles
de llevar a la practica, pero es que tratar con personas nunca ha sido fácil.
Éxito.
Saludos.
Luis
Perona.
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Gracias Luis Perona