Una de
las situaciones mas comunes en una empresa productiva es que las diferentes
secciones están a tope de trabajo, con una gran cantidad de productos que
fabricar y sin embargo el departamento comercial echa pestes de nuestra
producción porque los clientes reciben tarde sus entregas.
También
se da que si no las reciben tarde, los plazos de producción son muy largos, a
veces de 3 o 4 semanas, por lo que los clientes tienen que tener su propio
stock de seguridad y por tanto solo compran por precio. De nuevo los
comerciales juran en arameo por nuestra ineficiencia.
Quizás
te encuentres en una de estas dos situaciones, o en las dos.
Si
es el caso, ¿qué puedes hacer?
Uno
de los mayores problemas que tenemos en la producción es el control de todo el
flujo de productos, porque nuestras secciones de trabajo, están enfocadas
únicamente en una cosa.
Producir,
producir y producir.
¿Y
porque?
Por
dos principios que se han adoptado como inamovibles.
1º
Las maquinas no pueden estar paradas porque es un desperdicio.
2º
Los incentivos para los trabajadores se dan en base a la máxima producción.
Y
eso produce resultados indeseados.
Si
te fijas bien, verás áreas de tu producción que son lo que llamamos un cuello
de botella, siempre saturadas, mientras que otras van mucho mas relajadas con
un ritmo mas “normal”.
En
todas las fabricas ocurre lo mismo, porque hay maquinas o áreas que necesitan
un tiempo mayor que otras para producir y normalmente bloquean a las siguientes
o a las anteriores.
Sin
embargo como nos han explicado los principios inamovibles de no parar maquinas,
tenemos unas colas de productos semielaborados esperando a entrar en maquina
que nunca se reducen.
Eso
produce dos efectos indeseados.
1º
El stock de materiales en proceso se dispara, con la consiguiente amenaza del
director financiero.
2º
Los clientes que tienen urgencias tienen que esperar a que se produzcan los
lotes que van delante de su pedido. Ya sabes lo que te van a decir los
comerciales.
Y
esto ¿cómo se soluciona?
Bueno,
además de tener que aplicar lean a tope, y para eso ya tenéis muchos post en
este blog, hay una figura que normalmente las empresas no tienen, llamada value
stream manager.
El
value stream manager es el responsable del flujo de producción.
¿Y
eso que es? Te preguntarás.
Pues
algo así como un guardia de trafico en una cruce de calles, con muchos
vehículos y en hora punta. Es aquel que
regula quien pasa primero, y quien después.
Por
decirlo de otro modo, es aquel responsable que cuando ve que hay un exceso de
stock delante de la maquina que es un cuello de botella, ordena detener (SI DETENER)
las maquinas anteriores para no seguir procesando un producto que se va a
quedar esperando demasiadas horas o días en la fila del cuello de botella.
También
es aquella persona que decide que durante esos tiempos de no producción, se
debe hacer mantenimiento de las maquinas que están paradas, y que a ser posible
los operarios de esas maquinas aprendan a hacer el mantenimiento mas sencillo,
para que no estén parados.
Si
el mantenimiento no lo pueden hacer esos operarios, entonces los asigna a otros
puestos donde puedan ayudar ( y siempre hay puestos que necesitan ayuda), para
ir facilitando el trafico en la planta.
Esto
que es tan visual en una calle de nuestras ciudades, no lo vemos en el flujo de
productos en la producción y solo conseguimos sobrecargar las maquinas cuello
de botella, hasta que un día se estropean porque no se ha hecho prácticamente
mantenimiento y entonces vienen los lamentos y los gritos a los operarios de
mantenimiento para que arreglen como sea la maldita maquina. ¿Te suena?
El
value stream manager, también decide cuando hay que hacer ese mantenimiento de
las maquinas cuello de botella, para impedir que llegue ese aciago día del
parón inevitable.
Por
tanto como ves, su figura es muy importante, es algo así como el arbitro o juez
dentro de la planta que define que se hace, y cuando se hace.
Por
tanto tiene que ser alguien con poder de parte de la dirección y experiencia
para decidir que es lo mejor que se tiene que hacer en cada momento.
No
es sencillo ni fácil, pero seguir trabajando de la otra manera tiene sus graves
consecuencias antes o después.
Tu
decides, lo que no pagues en organización lo pagarás en problemas y reclamaciones.
Tenéis
mas información sobre este tema en mi libro ExceLEANcia, este es el enlace:
Saludos.
Luis
Perona.
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Gracias Luis Perona