jueves, 31 de marzo de 2016

Buenos hábitos para directivos: Objetivos.

No se si te has fijado pero, normalmente las empresas fracasan porque :

1º No identifican los puntos críticos de su gestión.
2º No definen un método especifico de realizar las tareas.
3º No enseñan de forma diligente a todos el método correcto y
4º No hacen un seguimiento continuo para asegurarse de que el método esta siendo utilizado por todos incluyendo utilizar indicadores de medición específicos

Solo un ejemplo para ilustrarlo, en Estados Unidos hay 2 millones de personas que cogen enfermedades en los hospitales y 100.000 mueren porque no se siguen los procedimientos médicos, entre ellos, algunos tan simples como lavarse las manos.

Así que si ahora tienes que fijar objetivos en tu organización o departamento probablemente te encuentres con los 4 puntos anteriores que hagan que no seas capaz de conseguirlos.

¿Qué se puede hacer?

Copiar a las organizaciones de éxito.

La única diferencia entre aquellos que han fracasado y aquellos que han tenido éxito reside en la diferencia de sus hábitos. Los buenos hábitos son la clave de todo éxito, los malos hábitos son la puerta abierta al fracaso.

Los grandes problemas no se resuelven con grandes soluciones sino con pequeñas, así que aquí os dejo algunos hábitos buenos a la hora de fijar objetivos:

1º habito: Tener las ideas claras (saber adonde vamos).


Las organizaciones de éxito se aseguran de que cada uno sepa lo que tiene que hacer para lograr esos objetivos, implican a la gente a la hora de definir los objetivos.

Esto parece obvio pero no lo es. Recuerda que si tienes un solo objetivo, las posibilidades de alcanzarlo son elevadas, si tienes 2 las posibilidades se reducen a la mitad, si tienes 3 cada vez tienes menos posibilidades.

¿Y que sucede en la mayoría de empresas? Que hay múltiples objetivos, de hecho cada jefe tiene los suyos y a veces no son los mismos que los de la empresa.

Recuerdo a un responsable de zona de ventas que se negaba a vender a sus clientes a final de año porque ya había llegado a su objetivo de ventas y por tanto si lo excedía el año próximo le pondrían un objetivo mayor. Así que desde fin de noviembre no vendía a los clientes hasta el mes de Enero del siguiente año.

¿Absurdo? Totalmente, pero sus objetivos personales (de los que recibía sus comisiones) eran incompatibles con los de la empresa (seguir vendiendo).

Por tanto fija solo 2 o 3 objetivos y asegúrate de que bajo ningún concepto tengan resultados que puedan ir en contra de la lógica.

Ahora dedícate a explicarlos muy detenidamente y con mucha claridad.

Eso significa descomponer cada objetivo en una serie manejable de tareas que los operarios puedan entender.


Por ejemplo, algo que se nos dice muchas veces, la seguridad en la empresa.

En una empresa, para que la gente fuera consciente de las normas de seguridad el jefe elimino la antigua política complicada de seguridad y puso 2 normas:

1º Todo el mundo tiene que llevar las gafas con protección lateral, 2º nadie puede llevar ninguna parte de su cuerpo desnuda.


Ahora para que quedara completamente claro, hizo un juego, subió a un operario a una mesa, con algunas prendas y preguntaba a la gente si estaba bien, estos respondían no y entonces el operario se ponía o quitaba algo mas, y volvían a empezar. Al final se convirtió en un juego y todo el mundo entendió de forma fácil lo que se podía hacer y no hacer.

Después pinto una línea azul en el suelo y puso unos muñecos de color azul con el equipamiento adecuado, así todo el que entraba y pasaba la línea sabia que tenia que llevar puesto. La consecuencia fue que los accidentes bajaron un 21%

Si tu objetivo es reducir el inventario tienes que hacer que los operarios lo vean como cajas llenas de billetes, no del producto que venda tu empresa. Y ese dinero no se mueve hasta que la caja sea vendida. Por tanto acumular inventario hace que no ganemos dinero.

2º Habito: Crear transparencia

Y es que la desconfianza lo ralentiza todo, las ventas, la productividad, etc. Por tanto tenemos que tener conductas que generen confianza.

Y la mejor, consiste en decir la verdad de modo que los demás puedan verificarla por si mismos. Es especialmente importante en momentos complicados, a la gente hay que decirle lo que no puede ver.

En momentos de crisis la comunicación es mas importante que nunca y hay que ser mas transparente, no des por sentado que la gente sabe lo que pasa, la gente solo oye rumores sobre despidos, cierres, etc. y saca sus propias conclusiones.
Se claro, explícales donde estamos y lo que hay que hacer

Por ejemplo: Una empresa de construcción paso por esto y les dijo a los empleados, la obra nueva se ha terminado, pero os valoramos y querríamos que os quedarais. Y ahora les preguntaron ¿que creéis que podemos hacer juntos? Los trabajadores dieron cientos de ideas. Ahora la empresa hace reformas de fontanería, sistemas de ahorro energético, sistemas de iluminación eficiente, paneles solares, etc. La empresa no solo no cerró sino que prosperó.


Cuando a la gente se le pregunta que podéis ofrecer, la mayoría dan respuestas de mucho valor.

3º Habito. Cumplir los compromisos.

Si no se cumplen viene la decepción y después la falta de confianza.

Por eso las empresas que funcionan, registran los resultados y recompensan a los empleados que los consiguen.

Esto significa que establecen una rendición de cuentas regular y con frecuencia, puede ser semanal, quincenal o mensual, pero cuando el equipo sabe que se le va a preguntar repetidamente por el proceso, entienden la importancia que tienen para que se consigan los resultados y se comprometan con lograr los objetivos.

Si los operarios consiguen los objetivos, recompénsales con lo prometido, y si no los consiguen asegúrate de saber por que. Si es porque no saben o no pueden o porque no quieren.


Ayuda a los que no saben o no pueden pero no a los que no quieren, no es aceptable ayudar a alguien que no se esfuerza y le da lo mismo el esfuerzo de sus compañeros. Esa persona sobra.

4º Habito: Debemos vs Podemos.

Normalmente siempre se nos dice, debemos, (doblar los resultados, reducir los costes, etc.), sin embargo casi nunca se nos dice podemos.

Cambia el chip de la gente cuando le decimos podemos hacerlo, estamos capacitados, somos un gran equipo, lo hemos logrado otras veces, lo haremos ahora, podemos.

La palabra nosotros tiene un efecto multiplicador, rompiéndose la distancia entre el jefe y sus operarios, caen las barreras, se salvan las diferencias, en definitiva se comunica en otro nivel, el nivel de entendimiento y de la posibilidad.

Imagínate que alguien se dirige a ti exigiéndote, pidiendo resultados y utilizando muchos debemos y tenemos, ¿como te sientes? ¿Te encuentras relajado o presionado?

Imagínate la misma situación pidiéndote lo mismo pero usando la palabra nosotros. Te hace sentir que no estas solo, ¿cual de las 2 situaciones te parece mas eficaz? ¿con cual te sentiría mas motivado? ¿con cual lograrías mejores resultados?

Lo mismo le pasa a tu gente. Cambia debemos por podemos.


Como ves son ideas sencillas pero no fáciles de aplicar, llevan tiempo y esfuerzo para clarificar los objetivos y descomponerlos en tareas que los operarios entiendan,  pero es la única forma de lograr cumplir los objetivos.

Tenéis mas información sobre objetivos en mi libro ExceLEANcia, este es el enlace: http://www.amazon.com/dp/B00KTX6Y08

Por cierto quería daros las gracias a todos los que seguís este blog, ya hemos superado las 300.000 visitas, algo que no podía ni imaginar cuando empecé a escribir. Gracias a todos.

Saludos.

Luis Perona.


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