jueves, 7 de abril de 2016

Buenos hábitos para directivos. Comunicación con el personal.

Si tienes empleados a tu cargo una de las cosas que te puede costar mas es tener una buena comunicación con ellos. Y es que una de las leyes de la naturaleza dice que dos cuerpos en movimiento y en contacto entre ellos crean fricción.

Por tanto hace falta un buen lubricante y en las organizaciones esta es la buena educación. Acciones tan sencillas como decir «por favor» y «gracias» y conocer el nombre de una persona o preguntarle por su familia, permiten que dos personas trabajen juntas tanto si tienen personalidades afines como si no.


Sin embargo parece que cuando tenemos responsabilidad sobre otras personas no se debe hacer lo mismo ya que los operarios nos pueden ver como amigos y no como jefes. ¿Es eso cierto? ¿Cómo podemos comunicarnos bien con el personal?

Una clave es:

Gestiona las relaciones con tus operarios con el mismo cuidado que gestionas las relaciones con tus jefes. Recuerda que el 85% de la gente que se va de un empleo lo hace por problemas con su jefe directo y normalmente se quejan de falta de aprecio o que no valoran su colaboración.

Si quieres mantener a tus buenos empleados, recuerda que tus resultados dependen de que ellos trabajen como tu quieras.

Para esto hay una práctica que es tan importante que voy a elevarla a la categoría de regla: Se el primero en escuchar y el último en hablar.


Pero, ¿como saber escuchar? Aquí van dos ideas:

Centra tu atención en la persona que esta hablando, no tengas la mala costumbre de estar mirando el móvil o el ordenador mientras te hablan.

2º Deja a un lado los prejuicios y opiniones y escucha queriendo entender el punto de vista de la otra persona, no intentando rebatir sus argumentos.

Sin embargo, en muchas ocasiones hay conflictos, y la mayoría surgen porque la gente no tiene claro las prioridades ni qué resultados esperas.

Así que una de las misiones que tienes como jefe es asegurarte de que la gente con quien trabajas entiende tus prioridades. Las organizaciones fallan cuando los trabajadores tienen que adivinar cuáles son los objetivos de su jefe, ya que en el 99% de los casos,  las suposiciones son erróneas.


Los buenos directivos se aseguran de que se entiendan tanto sus planes de acción como sus necesidades de información, aquello que queremos que nos informen, indicando cuando y en que formato (cara a cara o por escrito).

Pregúntate respecto a tus team leaders, ¿con que frecuencia se les capacita? ¿se identifican con los objetivos corporativos y los difunden?. Recuerda que ellos son los encargados de explicar y transmitir los objetivos corporativos a los empleados.

La gente necesita que le recuerden las cosas mas que lo que necesita que la instruyan. Samuel Johnson

Pero quizás te preguntes ¿Y que pasa con las quejas?

Las quejas son algo muy normal. Hay un pasaje en la Biblia que indica la capacidad del ser humano para quejarse.

Los judíos habían pasado mas de 400 años en Egipto como esclavos y después de salir, tras llevar solo un mes y medio en el desierto se quejaban y querían volver porque no tenían agua o comida como en Egipto.
Dios se sintió tan frustrado con sus quejas que estuvo pensando en destruirlos.

Así que ya sabes, no eres el único a quien la gente se queja, sin embargo tienes que entender las 2 razones por las que la gente se queja:

1º Tiene miedo y se siente impotente.
2º La queja se ha convertido en un habito.

¿Cómo lo resolvemos?

Si te traen un problema, pídeles que te den una solución para resolverlo, de lo contrario todo lo que hacen es quejarse por costumbre.
Puedes decirles, quejarse por quejarse, no tiene sentido, si me traes una queja,  tráeme una solución, en caso contrario no se te permite protestar.

Verás como el porcentaje de quejas se reduce rápidamente.

Ahora bien hay dos cosas que tenemos que manejar muy bien, las criticas y los elogios al personal.

Criticas:
Si queremos crear un resentimiento que puede durar décadas, no tenemos mas que hacer una critica punzante en publico, aunque estemos 100% seguros de que está justificada. Cuando tratemos con gente recordemos que no tratamos con criaturas lógicas, sino emotivas, que tienen prejuicios, orgullo y vanidad.

Si contradices a una persona en publico, estás asestando un golpe directo a su inteligencia, su juicio, su orgullo, y su respeto por si mismo. Esto hará que quiera devolverte el golpe, pero no que quiera cambiar de idea.

Nada hay que mate tanto las ambiciones de una persona como las criticas de sus superiores. Sin embargo ¿que hacen la mayoría de los jefes?. Lo contrario, si algo no le gusta arma un escandalo, y si le gusta no dice nada.


Así que si quieres ser un buen jefe cambia el chip, las correcciones siempre tienen que ser individuales y en privado, eso lo agradecen mucho los empleados.

Y sobre todo cuando vayas a criticar a alguien, habla de tus propios errores antes de criticarle, eso le permitirá salvar su prestigio y aceptar la critica mucho mejor.

Muchos creen eficaz iniciar cualquier critica con un elogio seguido de la palabra pero, y a continuación hacer la critica. Lo que ocurre es que al escuchar la palabra PERO, la persona cuestionará la sinceridad del elogio. El truco es cambiar la palabra PERO por Y.

Ejemplo, estoy muy contento contigo, por haber mejorado tus objetivos este mes, (PERO)Y si sigues esforzándote podrás conseguir lograr los bonos de productividad.

Empezar con elogios es como la anestesia que pone el dentista antes de hacer el trabajo, ya no duele.

Ahora bien puede que la persona nos muestre que estamos equivocados, ¿entonces que hacemos? Si estas equivocado, admítelo rápidamente. Nadie objetara si dices; quizás me equivoqué, examinemos los hechos.

Por tanto nunca olvides la Regla nº 1:  La única forma de salir ganando una discusión es evitarla. Por tanto no discutas. Nueve de cada diez veces, al terminar la discusión cada uno de los contendientes está mas convencido que nunca de que la razón esta de su parte.

Elogios.
Recuerda que la ilusión es la gasolina del talento. Sin ella la experiencia, el entusiasmo y la inteligencia rinden muy por debajo de su potencial. Tenemos que hacer que las personas se sientan estimadas y que aprecien que la empresa les aporta valor a sus vidas profesionales.

Por tanto celebra los éxitos, una victoria supera a 100 derrotas y sino mira los equipos de fútbol.


Celebra las cosas grandes y pequeñas que haga tu equipo, no cuesta nada comprar unos donuts. Y ensalza el trabajo en cuanto este hecho, no una semana después.

Lo que le encanta a toda persona es la oportunidad de expresarse, de demostrar lo que vale, de destacarse, de ganar, el deseo de sobresalir, el deseo de sentirse importante.

Hay una anécdota del ex entrenador del Chelsea, José Mourinho. Una vez que ganaron un trofeo en Estados Unidos y él se lo entrego en publico al encargado del césped de Stanford Bridge. Nunca un encargado del césped había sido tan entrevistado y fotografiado y nunca nadie se había dado cuenta de la importancia de su labor. ¿Te imaginas que opinión tendrá ese hombre de Mourinho?

Dar mérito al equipo es otra forma de ganarse lealtad. Déjales saber porque les estas dando la gracias, diciéndoles: “Has hecho mi trabajo mas fácil”.

Pero al elogiar hazlo sobre algo especifico no de forma general, el elogio se vuelve mucho mas significativo para la persona a la que se le dirige. A todos les agrada ser elogiados, pero cuando el elogio es especifico, se recibe como sincero, no algo que se hace por compromiso. Nadie quiere mentiras ni adulación sino elogio sincero.

Como ves son ideas sencillas,  pero no fáciles de llevar a la practica, pero es que tratar con personas nunca ha sido fácil.

Éxito.

Saludos.


Luis Perona.

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