Los líderes eficaces controlan su
rendimiento. Escriben: «¿Qué espero conseguir si acepto este encargo?».
Se olvidan de sus objetivos durante
seis meses y después vuelven a ellos para comparar su rendimiento.
De esta manera descubren qué hacen
bien y qué hacen mal. También ven si decidieron hacer las cosas realmente
importantes.
He visto a muchas personas que son
extremadamente buenas en la ejecución, pero extremadamente malas a la hora de
ver qué es lo realmente importante.
Son ideales para hacer las cosas que
no son importantes. Tienen un impresionante historia! de éxitos en asuntos
triviales.
Busca el equilibrio entre las preocupaciones del presente y las
oportunidades del futuro. Manténte concentrado en las cuestiones que sean
pertinentes para el trabajo que se supone estás haciendo.
Evita la tendencia de intentar hacer «un poco» de todas las tareas.
Concéntrate en terminar cada una de tus actividades con la máxima prioridad.
Si existe algún «secreto» para ser
eficaz, éste es mantener la concentración. Los ejecutivos eficaces hacen
primero las actividades principales, y realizan sólo una tarea cada vez.
Es evidente que siempre hay más
acciones significativas por hacer que tiempo disponible para realizarlas.
Éste es el «secreto» de las personas
que «hacen tantas cosas» y aparentemente «tantas cosas difíciles».
Hacen sólo una cosa cada vez. Como
resultado, al final necesitan mucho menos tiempo que el resto de sus
colaboradores.
Las personas que no terminan nada
normalmente se esfuerzan mucho más, sin ningún sentido.
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Gracias Luis Perona