miércoles, 28 de septiembre de 2011

¿Cómo rindo?

Debes dedicar los mínimos esfuerzos posibles para mejorar en áreas en que tu competencia sea baja. Se ha comprobado que es necesario dedicar mucha más energía y trabajo para mejorar de la incompetencia a la mediocridad que para mejorar del rendimiento de primer orden a la excelencia.

Sin embargo, aun así, muchas personas -especialmente los profesores y también las organizaciones- se concentran en convertir a los trabajadores incompetentes en mediocres. En su lugar, la energía, los recursos y el tiempo deberían dedicarse a convertir a una persona competente en un trabajador brillante.

Considéralo una buena señal si...
te gusta tu trabajo, lo encuentras estimulante y enriquecedor, e incluso toca algo muy hondo dentro de tu alma.

Preocúpate si...
En el trabajo debes interpretar a un personaje.


Determina cómo realizas tus mejores contribuciones.

Asume la responsabilidad de las relaciones laborales.

Desarrolla oportunidades para la segunda mitad de tu vida.

Elabora una lista con los objetivos que deseas conseguir en tu ámbito laboral, fuera del trabajo o en una eventual segunda carrera profesional.

¿Has empezado a prepararte para la segunda mitad de tu vida? ¿Debes preocuparte por hacer algo nuevo y diferente? ¿Has tenido éxito en tu trabajo pero éste ya no representa ningún desafío para tí? ¿Buscas nuevas oportunidades de liderazgo, éxito y respeto? ¿Qué puedes hacer ahora para prepararte para la segunda mitad de tu vida? ¿Sientes la necesidad de «devolver» algo a la sociedad como consecuencia de tu éxito en la vida?

Asume la responsabilidad de gestionar tu conocimiento y tu carrera profesional de manera activa.

¿Qué desarrollo personal necesitas? ¿ Qué conocimientos y qué destreza debes adquirir para colaborar con los demás y trabajar en equipo? ¿Qué puntos fuertes debes potenciar? ¿Qué objetivos debes fijarte?».

Los trabajadores del conocimiento tienen la capacidad física para trabajar hasta una edad muy avanzada, y hasta mucho después de la edad de jubilación. Pero corren un riesgo importante: pueden quedar mentalmente agotados. Lo que popularmente se conoce como «estar quemado» -el achaque más habitual de los ejecutivos al llegar a la cuarentena- pocas veces es consecuencia del estrés. La causa más común -demasiado común- es el hecho de estar «aburridos» del trabajo.

En consecuencia, dirigirse a uno mismo exige prepararse para la segunda mitad de la vida.

Los trabajadores del conocimiento sobreviven a sus organizaciones, y son móviles. En consecuencia, la necesidad de dirigirse a uno mismo está creando una revolución en los asuntos humanos.

«Una de las características más comunes de una persona que se está acercando a los cuarenta es el insaciable deseo de pasar del éxito a la trascendencia. Después de una primera mitad de la vida haciendo lo que se suponía que debía hacer, la persona intenta hacer en la segunda mitad de su vida aquello que considera más significativo, algo superior a los incentivos y a las pagas, algo que le permita llegar a la estratosfera de la trascendencia.»

«La trascendencia no debe ser un cambio de rumbo de 180 grados. Simplemente debe actualizar ligeramente el diseño de su existencia para poder aplicar sus cualidades de manera que le permitan dedicar más tiempo a cosas relacionadas con sus prioridades. Y hacerlo de modo que recupere la emoción de los principios y las nuevas expectativas

Prioridades

¿Estableces prioridades para el empleo de tu tiempo libre?

Saludos
Luis Perona

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Gracias Luis Perona