La gestión del rendimiento.(II)

La gestión del rendimiento.

2-Colaborar con el resto del equipo y hacer aportaciones valiosas

Exigencias

Usted crecerá según las exigencias que se haga a sí mismo en cuanto a los resultados que espera obtener con su trabajo. Si se exige poco, se atrofiará y su rendimiento será escaso. Si se exige mucho, crecerá y se sentirá plenamente satisfecho consigo mismo. Lo mismo le sucede a tu equipo.

Todo equipo tiene que tener 2 capacidades asumidas.

Capacidad para mantener el esfuerzo

Capacidad para aplazar la recompensa.

¡Acepte los cambios! Si algo es seguro es que las oportunidades de hoy no serán las mismas que las de mañana.

Para ello, tenemos que mostrar serenidad, cuando nos puede el miedo, la presión, el nerviosismo, la ansiedad, no tomamos decisiones inteligentes

En un equipo, la exigencia sin afecto es tan inútil como el afecto sin exigencia.

De todas formas no debemos olvidar que siempre gana el afecto.

Antes de regañar, elogiar.

Un ejemplo es el cuento del perro que iba a por la compra a la carnicería, el carnicero no podía creerlo, le siguió y vio que el perro cogía el autobús, se subía por la cornisa y así podía entrar en casa.

El dueño le pegó y el carnicero le pregunto porque lo hacía teniendo un perro tan increíble, a lo que el dueño le dijo, es tonto, ya van dos veces que se le olvidan las llaves.

¿Nos pasa algo parecido? ¿Damos por sentado lo bueno que hace nuestra gente?

Colaboración

Las personas eficaces preguntan a sus colaboradores, sus superiores, sus subordinados, y sobre todo a sus compañeros de otros departamentos dentro de la misma empresa:

«¿Qué necesitas que yo haga para que tú puedas contribuir a aumentar el rendimiento de la compañía? ¿Cuándo lo necesitas? ;Cómo lo necesitas?.

Estas preguntas subrayan la realidad de una organización basada en la colaboración: el trabajo eficaz se lleva a cabo en equipos formados por personas con distintos grados de conocimiento y habilidades diversas.

Resultados directos

Toda organización debe rendir en tres áreas de gran importancia: necesidad de obtener resultados directos; necesidad de construir valores y reafirmarse, y necesidad de formar y desarrollar a sus trabajadores para el futuro.

Si el rendimiento no es bueno en alguna de estas áreas, las repercusiones negativas afectan a toda la empresa. En consecuencia las tres áreas deben integrarse en el trabajo de todos los ejecutivos.

Saludos

Luis Perona