sábado, 18 de mayo de 2013

Pensar es el trabajo mas difícil del mundo, por eso hay tan poca gente que lo hace. Henry Ford.


Pensar es el trabajo mas difícil del mundo, por eso hay tan poca gente que lo hace. Henry Ford.

Hace unos días me acordé de esta frase hablando con un cliente.

El cliente tiene el problema de que no es capaz de nivelar su producción para adecuarla a las necesidades del cliente y por tanto genera cuellos de botella.

¿Y cual es el problema?

¿no saben producir? No mas bien el problema es que no se paran a pensar.

Como tienen tantas cosas que hacer, tantos informes, tantas urgencias y tantos incendios que apagar no son capaces de definir cual es el problema y que hacer para intentar resolverlo.


Por tanto no tienen tiempo de pensar, ¿te suena?, ¿pasa en tu empresa?.

No te preocupes, no es una excepción, en la mayoría de las empresas se genera tanta burocracia que al final todo el mundo se dedica a hacer las cosas para que cuadren en el informe semanal, mensual o trimestral correspondiente sin analizar (o en otras palabras pensar) porque pasan las cosas.

¿Qué se puede hacer aplicando lean?

Una cosa a tener en cuenta es que eliminar el despilfarro es sólo un tercio de la ecuación para lograr el éxito del lean.

Es tanto o más importante evitar sobrecargar a la gente y a los equipos y eliminar los desequilibrios en el programa de producción, sin embargo esto es algo que por lo general no entienden las empresas que intentan implantar los principios lean.



El principio de lean es producir variedad de un producto limitado para poder competir en coste con la producción en masa, el sistema lean necesita que la demanda se halle lo más nivelada posible, para que todos los productos fluyan regularmente en los procesos y se precise un mínimo de stock en los puntos necesarios, sin que haya riesgos de rotura de stock que paren el flujo.

Así, si la demanda a cubrir para tres artículos en un período fuera, por ejemplo, de 500, 600 y 300 unidades, podríamos cubrirla produciendo lotes de 5, 6 y 3 unidades respectivamente y luego repetirla 100 veces.

A eso se le llama nivelar la demanda, porque si lo que hacemos es fabricar lotes de 100 unidades y repetirlos 5,6, y 3 veces crearemos un stock enorme de cada pieza antes de que podamos enviar al cliente su pedido que se compone por ejemplo de 2 unidades de cada modelo.

Equilibrar los procesos, supone que los puestos de trabajo que los componen, se diseñen de manera que se distribuya la carga de trabajo entre ellos y que todos tengan la misma capacidad de producción. Y para eso hay que ponerse a pensar.

Lo que queremos es evitar los cuellos de botella y para ello hay tres condiciones a implementar:

La primera es definir las tareas que tienen que realizar los distintos puestos de trabajo y colocarlos lo mas próximo que sea posible entre si para que se facilite el flujo.

La segunda es una formación polivalente del personal a cargo del proceso, para que puedan cambiar de modelo a producir sin tener que depender del especialista que es el único que sabe hacer esa tarea.

La tercera supone tener máquinas o equipos parados el tiempo que convenga para nivelar el flujo.

Parece sencillo, pero no se hace, ¿por que?

Porque pensar es el trabajo mas difícil que existe, hay que definir un tiempo especifico, rodearse del equipo técnico que conoce la tarea y definir un plan de actuación.

Acordaos de lo que siempre digo, lean es sencillo pero no fácil.

Saludos.
Luis Perona

Si tenéis dudas, poneos en contacto con nosotros sin compromiso en info@excelean.com

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