Pensar
es el trabajo mas difícil del mundo, por eso hay tan poca gente que lo hace.
Henry Ford.
Hace
unos días me acordé de esta frase hablando con un cliente.
El
cliente tiene el problema de que no es capaz de nivelar su producción para
adecuarla a las necesidades del cliente y por tanto genera cuellos de botella.
¿Y
cual es el problema?
¿no
saben producir? No mas bien el problema es que no se paran a pensar.
Como
tienen tantas cosas que hacer, tantos informes, tantas urgencias y tantos
incendios que apagar no son capaces de definir cual es el problema y que hacer
para intentar resolverlo.
Por
tanto no tienen tiempo de pensar, ¿te suena?, ¿pasa en tu empresa?.
No
te preocupes, no es una excepción, en la mayoría de las empresas se genera
tanta burocracia que al final todo el mundo se dedica a hacer las cosas para
que cuadren en el informe semanal, mensual o trimestral correspondiente sin
analizar (o en otras palabras pensar) porque pasan las cosas.
¿Qué
se puede hacer aplicando lean?
Una
cosa a tener en cuenta es que eliminar el despilfarro es sólo un tercio de la
ecuación para lograr el éxito del lean.
Es
tanto o más importante evitar sobrecargar a la gente y a los equipos y eliminar
los desequilibrios en el programa de producción, sin embargo esto es algo que
por lo general no entienden las empresas que intentan implantar los principios
lean.
El
principio de lean es producir variedad de un producto limitado para poder
competir en coste con la producción en masa, el sistema lean necesita que la demanda
se halle lo más nivelada posible, para que todos los productos fluyan
regularmente en los procesos y se precise un mínimo de stock en los puntos
necesarios, sin que haya riesgos de rotura de stock que paren el flujo.
Así,
si la demanda a cubrir para tres artículos en un período fuera, por ejemplo, de
500, 600 y 300 unidades, podríamos cubrirla produciendo lotes de 5, 6 y 3
unidades respectivamente y luego repetirla 100 veces.
A
eso se le llama nivelar la demanda, porque si lo que hacemos es fabricar lotes
de 100 unidades y repetirlos 5,6, y 3 veces crearemos un stock enorme de cada
pieza antes de que podamos enviar al cliente su pedido que se compone por
ejemplo de 2 unidades de cada modelo.
Equilibrar
los procesos, supone que los puestos de trabajo que los componen, se diseñen de
manera que se distribuya la carga de trabajo entre ellos y
que todos tengan la misma capacidad de producción. Y para eso hay que ponerse a
pensar.
Lo
que queremos es evitar los cuellos de botella y para ello hay tres condiciones
a implementar:
La
primera es definir las tareas que tienen que realizar los distintos puestos de
trabajo y colocarlos lo mas próximo que sea posible entre si para que se facilite
el flujo.
La
segunda es una formación polivalente del personal a cargo del proceso, para que
puedan cambiar de modelo a producir sin tener que depender del especialista que
es el único que sabe hacer esa tarea.
La
tercera supone tener máquinas o equipos parados el tiempo que convenga para nivelar
el flujo.
Parece
sencillo, pero no se hace, ¿por que?
Porque
pensar es el trabajo mas difícil que existe, hay que definir un tiempo
especifico, rodearse del equipo técnico que conoce la tarea y definir un plan
de actuación.
Acordaos
de lo que siempre digo, lean es sencillo pero no fácil.
Saludos.
Luis
Perona
Si tenéis
dudas, poneos en contacto con nosotros sin compromiso en info@excelean.com
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