Decisiones eficaces

Para tomar decisiones eficaces es muy importante entender bien el problema, es decir, asegurarse de que su definición explique todos los síntomas que se han observado.

A continuación deben definirse las especificaciones para la solución del problema. Esto lleva de manera natural a una respuesta a la pregunta: ¿Cuál es la solución correcta al problema, es decir, una solución que satisfaga todas las condiciones posibles?»

Debes convertir la decisión en acción y pensar quién debe encargarse de cada actividad y quién debe dar cuentas de los resultados al final del proceso. Por último, debes realizar un seguimiento para determinar si la decisión ha producido los resultados deseados.

La decisión correcta exige coraje y análisis a partes iguales. Debes empezar pidiendo la opinión a las personas que conozcan el problema. Evalúa estas opiniones y pide a tus interlocutores que recopilen los datos necesarios para justificar su opinión.

Para tomar decisiones eficaces deberías desarrollar un desacuerdo organizado entre aquellos que tengan distintas opiniones. De esta manera entenderás mejor las diferentes dimensiones de la decisión. Una vez que hayas escogido una vía de acción, evaluando los beneficios y los riesgos de cada alternativa, ya sabrás quién es la persona más indicada para aplicar adecuadamente la decisión.

Toda decisión es como una cirugía. Es una intervención en un sistema y, en consecuencia, conlleva el riesgo de provocar un shock.

Uno no debe tomar decisiones superfluas de la misma manera que un buen cirujano no debe realizar operaciones innecesarias. Cada persona que debe tomar una decisión, del mismo modo que cualquier cirujano, tiene su propio estilo. Algunas son más radicales o más conservadoras que otras.

Pero, por lo general, están de acuerdo en las reglas, y en el hecho de que uno debe tomar una decisión cuando una circunstancia tiene posibilidades de degenerar si no se hace nada.

Esto también es aplicable a las oportunidades. Si la oportunidad es importante y existe la posibilidad de que desaparezca si no se actúa con celeridad, hay que actuar y realizar un cambio radical.

Saludos

Luis Perona