La imaginación es el arma más poderosa para poder inventar el cambio.
Einstein decía que ningún problema puede ser resuelto en el mismo nivel del pensamiento en el que se creó. Por eso hace falta la imaginación. Por eso hay que ir más allá y ver más allá de lo que los demás ven.
Para crear algo nuevo tenemos que ser capaces de MIRAR la realidad de forma desacostumbrada.
Cuanto más conocimiento tengamos mayor será nuestra capacidad de encontrar formulas desacostumbradas pues tendremos mayor cantidad de elementos a combinar.
Solo vemos lo que estamos preparados para ver, por eso el trabajo en equipo con personas de otras disciplinas mejora nuestra capacidad creativa.
No apuestes contra la creatividad de su equipo.
Hay un cuento basado en un hecho real que Juan Mateo escribe en su libro Cuentos que mi jefe nunca me contó, trata de un examen de física en el que el profesor pide al alumno ccómo medir el Empire State Building con un barómetro.
El alumno reponde: Lo ato a una cuerda, lo bajo hasta la calle y mido la distancia.
El profesor le suspendió, pero al ser un alumno tan excepcional, el director intervino.
Le preguntó porque había contestado así y la respuesta fue, es solo una de las formas de saber la altura, nadie me ha dicho cual debo utilizar.
El director pregunto, ¿cuales son las distintas formas?
El contestó, lo puedo calcular por diferencia de presiones a distintas alturas, por medir el barómetro y hacer marcas desde la base del edificio hasta arriba y multiplicar la cantidad de veces por la altura del barómetro, puedo subir las escaleras con el barómetro en el bolsillo, medir una escalera, multiplicar por la cantidad y descontar el efecto escalera, puedo tirar el barómetro desde lo mas alto del edificio y con un cronometro calcular el tiempo hasta que llegue abajo y según la formula h=1/2g*t2 calcular la altura, pero la mas fácil es ir a la empresa que la construyo y le digo a la secretaria, si me dices la altura te regalo un barómetro.
El estudiante fue aprobado y posteriormente llegó a ser premio nobel.
La innovación no ocurre porque sí. Tiene que ser activamente apoyada y administrada.
La innovación es un proceso de personas.
Todos tienen que creer que lo que están haciendo hoy se puede hacer mejor mañana.
En todos los niveles, los líderes inspiran a los demás para que tomen parte activa en generar, aceptar e implementar ideas creativas.
El paso de implementación es a veces más importante que los pasos de generación y aceptación de las ideas.
En más de una ocasión, he observado que una idea mediocre bien ejecutada ha producido grandes resultados. También he observado que ideas brillantes pero mal ejecutadas han producido pobres resultados. Pero los peores resultados que he constatado son de grandes ideas que no fueron aceptadas ni implementadas en absoluto.
Una manera fácil de calibrar el ambiente creativo de una empresa es contar cuántas veces alguien ha hecho en ella preguntas como ¿Qué tal si planteáramos el problema de esta forma? ¿Qué tal si buscáramos la relación entre estas variables? ¿Qué tal si examináramos estas opciones?.
Trucos:
1. Rompe el silencio. Crea el mayor número posible de canales de comunicación y usarlo con la mayor frecuencia posible. Elogia a los demás a menudo; no te jactes de tus propios triunfos.
2. Anda por todas partes. El silencio que invade las compañías grandes lo pueden romper los ejecutivos que visitan todas las dependencias y hablan directamente con los trabajadores.
Los empleados dan lo mejor de sí a los gerentes que se preocupan por ellos y tienen sensibilidad para sus necesidades. Si hay confianza mutua, el empleado se esforzará para que la nueva idea tenga éxito y seguirá al líder a terreno desconocido aunque no la entienda bien.
Saludos
Luis Perona
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