sábado, 23 de septiembre de 2017

¿Serán los alemanes Lean?

Hoy he leído en el diario EL PAIS, un reportaje acerca de las elecciones que tendrán lugar en breve en Alemania, el cual explica algunos datos que muestran el éxito de su economía.

Una de las cosas que me han llamado la atención es que la mayoría de las empresas, son empresas pequeñas y familiares. Estas empresas emplean a los miembros de la familia y cierto numero de empleados. Aquí cito parte del reportaje:

El aprendiz trabaja bajo el mismo techo que el dueño de la compañía, su hijo, su primo y 200 empleados más. Esta fábrica pertenece al célebre Mittelstand, las empresas familiares alemanas que cimentan la columna vertebral de la primera economía europea.

“Alemania era hasta hace poco más de 15 años el enfermo de Europa, pero gracias e al esfuerzo globalizador e innovador de estas empresas, la situación es ahora completamente distinta. Casi la mitad de los llamados campeones ocultos del mundo son ahora alemanes”, sostiene Hermann Simon, considerado el gran experto en estrategia empresarial y Mittelstand y autor de Hidden Champions of the 21st Century. El término se refiere a aquellas pymes que aunque casi nadie haya oído su nombre, ocupan la primer posición en su sector. Simon explica que Francia, EE UU o Japón tienen un número mucho mayor de grandes empresas, pero que en Pymes, Alemania se sitúa a la cabeza y que ese es precisamente la clave del éxito de su economía.

En torno al 99% de las empresas alemanas pertenecen al Mittelstand, que comparte una misma cultura corporativa. Son empresas de nicho, híper especializadas, tienen pocos trabajadores, exportan mucho e invierten una parte considerable de sus beneficios en I+D, lo que les permite innovar y situarse a menudo como líderes en su mercado. Ya sea vendiendo un tipo de ensamblaje que solo fabrican ellos en todo el mundo o una pieza única que permite que funcione el gatillo de las mangueras de las gasolineras. De las 5.000 patentes vinculadas a los vehículos autónomos, la mitad procede de pymes alemanas.

“No se trata de competir en precio, sino de ofrecer lo que otros no pueden ofrecer”, presume Friedrich Schmitz, al frente de esta empresa del Mittelstand de libro, situada en Sauerland, una bolsa de prosperidad en el empobrecido Estado federal de Renania del norte-Westfalia.
Explica también Schmitz que invierten un 8% de sus beneficios en Investigación y desarrollo, una cifra que prácticamente dobla lo habitual en este tipo de producción.

Esta empresa, como buena parte del Mittelstand vive en buena medida de sus ventas en el extranjero. Esta es otra característica de estas empresas pequeñas y medianas, que pese a su tamaño, operan a escala global. En los últimos 10 años han doblado su presencia, según Simons. Cerca de dos tercios de su producción e vende fuera de Alemania.
La política de personal es también muy característica de este tipo de pymes, convertidas a menudo en una gran familia. La media de permanencia de un trabajador en esta empresa es de 19 años. Un tercio de los empelados de Schmitz u. Söhne han sido formados entre las cuatro paredes de esta fábrica. Ese aprendizaje está remunerado desde el principio. El primer año ganan 900 euros y a partir de ahí va subiendo. Es una formación que combina la teoría con la práctica.

Alexander Schiersch, investigador del Instituto alemán para la Investigación Económica (DIW) destaca otra ventaja añadida. Explica que al estar distribuidas por todo el territorio, la oferta de puestos de trabajo bien pagados no se concentra en las ciudades y eso permite mantener un buen equilibrio económico y sociológico entre el campo y la ciudad.

Me parece todo muy lean, no son grandes empresas, mas bien pequeñas y diseminadas por todo el país, pero no por eso dejan de competir a nivel mundial.

No se trata de competir en precio sino en ofrecer lo que otros no pueden ofrecer. Así que siguen el primer mandamiento Lean: ¿Qué quiere el cliente? Y se lo ofrecen, no se centran en la idea de bajar el precio como sea. Si fabricas productos que los clientes necesiten, pagaran el precio. Si no te lo crees, mira cuanta gente ya esta esperando para comprar el ultimo IPhone a precios escandalosamente caros.


Los jefes y trabajadores están en el mismo barco, porque que la permanencia media sea de 19 años y hayan sido formados por la empresa, indica que la dirección esta muy implicada con sus trabajadores y que la formación es la base para su futuro. Segundo mandamiento lean, el trabajo estandarizado es la base de las empresas lean y para ello se necesita formar a los trabajadores continuamente.


El primer sueldo no es muy alto 900€, pero según se vaya progresando en la empresa se incrementa el salario. Otro mandamiento lean, según se ve el compromiso del trabajador, aumenta el compromiso (económico) de la empresa.

Reinvierten parte de sus beneficios en investigación y desarrollo, otro mandamiento lean, ir al gemba y efectuar kaizen. Y eso significa muchas veces tener que invertir en conocimiento y medios para progresar.


Me parece un ejemplo muy ilustrativo de cómo hacer las cosas bien paso a paso, y trabajando en equipo para mejorar.

Sin embargo en otros países, como el nuestro, la excusa es la de siempre:

No tenemos tiempo de enseñar, no podemos invertir, ni se puede hacer nada diferente,  porque el cliente solo quiere que le bajemos el precio y no se puede hacer nada mas. Por tanto contrata a los mas baratos y despídelos en cuanto no los necesites. Total hay muchos en las filas del paro para emplear.



Tu decides en que lado quieres estar, si donde hay trabajo, o donde hay excusas, por tanto,  si puedes busca empresas con esta filosofía (que las hay y no son solo grandes multinacionales) y aprende y trabaja con ellas.

Tenéis mas información sobre los mandamientos lean en mi libro ExceLEANcia, este es el enlace:

Saludos.

Luis Perona



domingo, 10 de septiembre de 2017

¿Por qué no consigo que los operarios colaboren?

Una de las preguntas típicas que me suelen hacer, cuando empezamos a implementar lean, es esa.

Los responsables han decidido poner en marcha un programa lean, han explicado a los operarios lo que hay que hacer y porque hay que hacerlo, e incluso han puesto paneles de datos con montones de gráficos, y recordatorios de los beneficios esperados.

Pero parece que los empleados trabajan en otra fabrica, porque solo conseguimos que hagan las cosas que les pedimos, si estamos vigilándoles constantemente.

¿Qué es lo que falla?


¿No hemos explicado bien lo que queremos hacer?

Seguro que lo has explicado perfectamente, pero se te ha olvidado una parte de la ecuación.

Tu has explicado lo que tu quieres, lo que la empresa quiere, pero no has explicado lo que el operario quiere.

¿Y no es lo mismo? Te preguntarás.

Pues no, no es lo mismo.

Recuerdo una frase celebre de Dale Carnegie que decía:

“El único medio que tenemos para influir en la gente es hablar acerca de lo que el quiere y demostrarle como conseguirlo”.


Y es muy lógico.

Tu sabes lo que quiere la empresa, te lo han explicado los jefazos, e incluso te han enviado a un curso sobre lean para que te empapes de la transformación lean. Y probablemente tu crees fervientemente en que lo que vais a hacer es lo mejor.

Perfecto, todo eso, está en tu cabeza.

Pero no en la del operario, el operario sabe que su prima de producción depende de las unidades por hora que haga, o de las unidades que pasan el control de calidad con respecto a el total de unidades, o cualquier otra variable que exista en tu empresa.

Y ahora tu le dices, que si ve un defecto pare las maquinas y avise al encargado, para que lo solucionéis.

Para ti es lo lógico, pero para tu operario, eso significa que va a dejar de cobrar 50€ a final de mes de productividad, y eso no se lo puede permitir.

Así que ya sabes lo que va a hacer, en cuanto no estés vigilando, ¿verdad?

Hacer cualquier arreglo chapucero del problema para seguir produciendo sin parar.

Por tanto cuando mañana quieras persuadir a alguien de que haga algo, antes de hablar, haz una pausa y pregúntate:

¿Como puedo lograr que quiera hacerlo? Esa pregunta impedirá que  te lances impetuosamente a hablar inútilmente de todos tus deseos.

Tus deseos son tuyos, pero los de nuestros operarios no tienen nada que ver con ellos.

Recuerdo un caso en una empresa que estuve como consultor, en la que había un operario que nunca cooperaba, daba igual lo que le dijera, la respuesta siempre era NO.

Al final, conseguí cierta confianza con el, y le pregunté porque siempre era tan negativo.

La respuesta fue demoledora.

Mira Luis yo tengo 50 años, y llevo 25 en esta empresa, mi experiencia es todo lo que tengo. Si yo hago lo que tu me dices, seré uno más, no habrá diferencia con el resto,  y por tanto, la empresa en cualquier momento me podrá despedir.

Para aquel hombre su experiencia era su garantía de seguir trabajando, y no estaba dispuesta a perderla bajo ningún concepto.

Interesante, ¿verdad?

Pues es lo mismo que pasa en tu empresa, por tanto si quieres que los empleados colaboren, antes de hablar de lo que quiere la empresa, empieza por saber que quieren ellos, y de está forma, si eres capaz de alinear lo que quiere la empresa y lo que ellos quieren tendrás éxito seguro.


Alguno pensareis que esto es muy difícil y lleva mucho tiempo, pero es así, recordad que la clave de lean son las personas, no los procesos ni las maquinas, solo las personas. Y las personas no son criaturas racionales, son emocionales.


Si sus emociones les dicen que lo que estás proponiendo no es bueno, sabotearan tu proyecto.

Éxito. 

Tenéis mas información sobre como tratar con las personas en mi libro H&H los mejores hábitos y herramientas para directivos.



Saludos.


Luis Perona.